¡Hola! Mi nombre es Sonia, creo plenamente en las casualidades que van formando nuestro destino, pero más aún, en la posibilidad de dirigirlo con nuestro esfuerzo, constancia y sobre todo, con nuestra gran amiga: LA ILUSIÓN.

Crecí en una familia numerosa de seis hermanos. Siendo yo la quinta, me divertía mucho jugando con mi hermana pequeña Elsa a ser súper peques madrazas. Tratábamos a nuestras muñecas como bebés de verdad, con dulzura y responsabilidad, pero siempre sabiendo que aquello no era más que un juego, pues con toda tranquilidad, nos íbamos a jugar a otra cosa con el convencimiento de que nuestras peques no sufrirían por una falta de biberón o de cambio de pañal.

Profesionalmente hablando, cuando me preguntaban qué quieres ser de mayor, mi respuesta estaba muy clara: "PINTURERA".

Mis estudios se centraron pués en la pintura, cursé mi carrera universitaria entre la Universidad de La Laguna y la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.

De vuelta a mi tierra natal me casé con el amor de mi vida, mi gran apoyo y fantástico compañero de viaje, con el padre de mis hijas.

Mi trabajo desde un principio apuntó a la combinación de mis dos grandes pasiones, la pintura, y los niños. Por este motivo me dediqué plenamente a Mi Escuelita, a las clases de Pintura y Dibujo para niños. Feliz con este maravilloso trabajo, conocí a niños entrañables. Envuelta en anécdotas y confidencias de estos peques sensibles, divertidos y alguno que otro gamberrillo, y rodeada de pinceles, témperas, acuarelas y carboncillos, disfruté plenamente durante 17 años.

El destino me tenía preparada una grata sorpresa, el día que mi hija pequeña, Julia, con 10 años, le pidió a Sus Majestades los Reyes Magos un "bebé realista".

Mi vida profesional dio entonces un vuelco inesperado. Esta ILUSIÓN, que también acompaña a toda mi familia, se convirtió inmediatamente en responsabilidad y ocupación por mi parte.

Sin pensármelo dos veces, entré de lleno en el maravilloso MUNDO REBORN.

Un arte en el que nunca está todo aprendido, investigando nuevas técnicas, nuevos efectos, explorando nuevos materiales, tomando referentes de artistas reborn, admirando el trabajo de las escultoras que ponen en nuestras manos auténticas obras de arte, y el trato directo con las peques y con las no tan peques, hacen que mi vida profesional sea un coctel de emociones en el que me siento plenamente realizada.

Muñecas maravillosas para las niñas, herramientas excepcionales con fines terapéuticos y como no, simplemente artículos de colección, para disfrute visual de las que seguimos llevando a la niña que fuimos, en nuestro interior.

Mi más sincero agradecimiento al apoyo de mi familia y de todos ustedes, por hacer que sea posible vivir MI SUEÑO.